“¿Cómo una bala de goma puede entrar dañando tanto?... si es un arma no letal”. La muerte de Édison Mosquera
Patricia Mosquera pide justicia por la muerte de su hermano Edison, quien murió por el impacto de un perdigón en las manifestaciones de octubre de 2019, en Ecuador | Foto: Carlos Granja / EL UNIVERSO
Ecuador

“¿Cómo una bala de goma puede entrar dañando tanto?... si es un arma no letal”. La muerte de Édison Mosquera

Carolina Loza León

Edison Mosquera murió a los 29 años de edad en las manifestaciones de octubre de 2019, cuando recibió el impacto de un perdigón. Su familia responsabiliza a la Policía.

Patricia Mosquera habla sentada en una sala de una oficina en Quito. Sus manos sujetan una carpeta con todos los documentos: el acta de defunción de su hermano, su cédula, el diagnóstico médico… Hace un año y medio no ha dado una entrevista a la prensa. Rompe este silencio con Diario EL UNIVERSO, para la investigación El Negocio de la Represión, realizada junto con el Centro Latinoamericano de Investigación Periodística (CLIP) y otros nueve medios aliados del continente.

Édison Mosquera, de 29 años, falleció en las protestas de octubre de 2019. Las protestas, iniciaron el 3 de octubre y se mantuvieron por diez días, luego de que el entonces presidente Lenin Moreno decretara una serie de medidas de austeridad.

Todo ha cambiado desde entonces. “Para mi papi es como que ya aquí se acabó, cambió de página y ya nada más. No quiere saber nada, ni del tema de justicia ni de entrevistas ni de conversaciones”, dice. Su padre, que era el que más hablaba con los reporteros, decidió no hacerlo más. En su casa ya no entran periodistas.

Patricia está cansada. Han pasado casi tres años de la muerte de su hermano y no se ha encontrado al responsable. En esta oficina de amigos, en el centro norte de Quito, ella toma aire antes de empezar el relato del incidente “porque no fue un accidente. A mí hermano lo asesinaron”.

Édison, como muchos otros ecuatorianos, salió a las calles a protestar contra las medidas económicas, después del anuncio de la eliminación del subsidio al combustible, por el entonces presidente Lenin Moreno. Edison protestó porque se sentía afectado directamente. Había perdido su trabajo en un supermercado y realizaba recorridos de transporte en una camioneta prestada por su papá.

Desde el inicio Edison decidió apoyar las movilizaciones convocadas por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) y el gremio de los transportistas. La familia sabía que él salía a protestar.

Regresaba a casa por la noche y les contaba de su jornada a sus padres. Se había separado hace poco de su compañera con quien tenía hijos mellizos. A pesar de las manifestaciones, lo habían llamado para una entrevista de trabajo en las afueras de Quito. Nada parecía anunciar la tragedia.

El 7 de octubre se presentó a la entrevista. Luego fue a las manifestaciones y ya no regresó. Pasadas las 20:00, Patricia, quien vive un piso arriba de sus padres, en el Barrio La Argelia, se empezó a inquietar. Horas antes se había encontrado con sus primos quienes vieron a Edison protestando. “Nos pusimos un poco inquietos”, recuerda Patricia, quien empezó a llamar al celular de Édison, sin respuesta.

A las 23:30, mientras Patricia se preparaba para dormir, escuchó el teléfono y sabía que se trataba de su hermano. Minutos después, su padre le pidió que se cambiara para ir al hospital. Édison estaba herido y había sido llevado al IESS Hospital Sur después de recibir golpes y un impacto de un proyectil.

Los doctores entraban y salían de la sala hospitalaria hasta que llamaron a Patricia y su familia. Les explicaron que Édison había recibido un impacto de proyectil en el lado izquierdo de la cabeza, en la parte baja del oído. “¿Un proyectil? ¿Por qué?”, se preguntaba la familia. "No tenía sentido que hubiera recibido un disparo por protestar… no nos quedaba claro", recuerda.

Así pasaron los días, entre la incertidumbre sobre el porqué su hermano había recibido un disparo y la angustia de que no se recuperaba. En las calles, la violencia seguía escalando a un nivel nunca visto en Ecuador.

La bala alojada en la parte baja del lado izquierdo de la cabeza traía complicaciones a cada momento. Un día le falló un riñón. Otro día se le infectó la herida. En un momento dado, los médicos les pidieron permiso para operarlo, horas después se anuló el procedimiento porque el estado de Edison era demasiado crítico. Patricia asegura que todos los días el diagnóstico cambiaba y sus familiares buscaban alguna señal de mejoría.

Después de estar seis días hospitalizado, Edison murió el 13 de octubre. Un tercer paro cerebral lo fulminó. Hoy, Patricia sabe que la munición que causó la muerte de su hermano fue un perdigón de goma. “¿Cómo una bala de goma puede entrar dañando tanto, alojándose de esta manera? ¡Una bala de goma!, si es un arma no letal”, se pregunta mientras mira la placa con el nombre de su hermano, que fue instalada en el parque de El Arbolito en conmemoración de los muertos y heridos en las protestas del 2019.

Una placa en memoria de Édison Mosquera está instalada en el parque El Arbolito, en el centro norte de Quito, donde se concentraron las manifestaciones en octubre de 2019 | Foto: Carlos Granja / EL UNIVERSO
Una placa en memoria de Édison Mosquera está instalada en el parque El Arbolito, en el centro norte de Quito, donde se concentraron las manifestaciones en octubre de 2019 | Foto: Carlos Granja / EL UNIVERSO

“Estuve buscando por meses esta placa”, dice Patricia. Está a menos de un kilómetro de su oficina y es parte de una serie de placas entre los adoquines del parque, un tradicional punto de concentración de protestas en Quito.

El 7 de octubre, Édison protestaba en el sector de Cumandá, en el centro histórico de Quito. Una cámara de seguridad grabó el momento en que los policías avanzaron hacia los manifestantes y él cayó.

Patricia vio esas imágenes meses después. Vio que su hermano se levantó y recogió algo del piso, vio que un policía lo golpeó y que dos más se unieron al ataque, vio que su hermano cayó de nuevo y que uno de los policías le disparó directamente. No cuenta con el video, ya que se trataba de una cámara de seguridad de un hotel que fue entregado a la Policía para la investigación

Cuando Patricia rindió testimonio en unos de los hoteles que contaba con cámaras de seguridad cerca al lugar donde su hermano estaba protestando, la persona encargada de la cámara de video del lugar, al conocer quién era, ofreció mostrarle el video. Sin embargo, Patricia no obtuvo una copia.

Menciona que en los días de protestas en Quito y meses después, la gente compartía material en redes sociales, pero poco a poco las imágenes se fueron perdiendo. “La gente tenía miedo a represalias, entonces ya no cuento con ese material o se lo entregó a Fiscalía para investigación”.

Asumir el proceso legal de su hermano no ha sido fácil; el impacto en la familia y su proceso de duelo ha afectado de manera diferente a cada miembro de la familia Mosquera, además de los dos hijos pequeños que quedaron huérfanos a los cuatro años

Patricia recuerda que días antes de presentarse ante la Asamblea Nacional, para hablar ante los legisladores que investigaban lo sucedido con las víctimas, parte de su cara se paralizó. Ha recibido apoyo psicológico de la organización que lleva el proceso legal de Edison, la Fundación Regional de Asesoría en Derechos Humanos (Inredh) que ha sido clave para superar su dolor. Asegura que prefiere recordarlo con alegría. “Era un saltimbanqui (…) así le decíamos”, lleno de energía y amiguero. “¡Que loco que era!”

Casi tres años después se sabe que la munición que causó la muerte de su hermano fue una bala de goma. Según Luisa María Villacis, coordinadora legal de Inredh, organización que lleva el caso de Edison, después de la autopsia inicial, se solicitó información puntual sobre los hechos a Fiscalía. Se encontró una bala de goma en el lugar de los hechos, igual a la bala alojada en la parte baja de la cabeza de Edison

El tipo de proyectil compone un cartucho antidisturbios “la munición era pequeña, no poseía estrías, pesaba entre 4.4 gramos y tiene un diámetro de 17 milímetros más o menos” lee Villacis uno de los reportes que se les entregó. Desde Inredh, solicitaron a Fiscalía que identifique que grupos de policías se encontraban desplegados ese día, armas que se habían dotado y la munición que sea similar a la que impactó a Edison el 7 de octubre. “Se puede decir que grupos especiales (de policía) utilizaban el arma marca Mossberg, que utilizan este tipo de munición”

Las armas de marca Mossberg pueden utilizar balas de goma, al igual que bolsitas de perdigones como municiones menos letales

En videos que circulan en redes sociales con fechas 7 de octubre, filmados en áreas cercanas al recorrido de Edison se pueden ver que la policía utiliza blindados antimotines con cañones de agua y blindados de transporte de personal (APC). También se puede ver que lanzan bombas lacrimógenas y se puede escuchar el sonido de escopetas con balas de goma.

Patricia Mosquera pide justicia por la muerte de su hermano Edison, quien murió por el impacto de un perdigón en las manifestaciones de octubre de 2019, en Ecuador | Foto: Carlos Granja / EL UNIVERSO
Patricia Mosquera pide justicia por la muerte de su hermano Edison, quien murió por el impacto de un perdigón en las manifestaciones de octubre de 2019, en Ecuador | Foto: Carlos Granja / EL UNIVERSO

Villacís comentó que si bien se identificó el tipo de munición que acabó con la vida de Edison, ahora el proceso en Fiscalía busca al responsable. “¿Quiénes fueron las personas ese día en el lugar de los hechos? ¿A qué grupos pertenecen? ¿Qué grupos de la Policía? Eso no ha sido posible identificarlo. El proceso aún sigue en investigación previa”.

El nombre de Édison es parte de los ocho fallecidos que la Policía Nacional identificó en las protestas de octubre de 2019. En el informe del Puesto de Mando Unificado que se instaló en la Comandancia policial consta que Édison fue ingresado primero en el Hospital del IESS Sur y luego en el Carlos Andrade Marín, y que tenía "una herida por el paso de proyectil de arma de fuego en la región del cráneo". Según el informe, esa fue la causa de la muerte y apuntaba a un arma de fuego utilizada, pese a que investigaciones posteriores encontraron que un arma no letal fue la que causó la muerte de Edison.

María Paula Romo, entonces ministra de Gobierno, en rueda de prensa, mencionó que el caso de Edison Mosquera se produjo en una zona de Quito donde no había protestas, alejado del epicentro de estas. “Un dato que es muy importante y que es relevante, es que este es un hecho que ocurre en Cumandá, no se produjo en las zonas donde se produjo los enfrentamientos, o la actuación de la Policía. Y es el hermano de este señor quien lo lleva al hospital del sur. Este es un dato relevante para las investigaciones para saber si se trata de una muerte violenta que sucedió en la ciudad de Quito, o si está de alguna manera relacionada con las manifestaciones” dijo Romo el 15 de octubre.

Patricia rechazó esa versión de los acontecimientos. Señaló que otros manifestantes trasladaron a su hermano sobre una puerta de madera. “No tenemos otro hermano”, dice mientras mueve la cabeza de un lado a otro.

Pese a la frustración causada por un proceso legal que no parece avanzar, Patricia piensa seguir, su valentía sigue entera: “Yo ya perdí todo. No tengo qué perder”.