“La muerte de Inocencio Tucumbi va quedando en vacío”: su hijo Gustavo
Gustavo Tucumbi visita la tumba de su padre, Inocencio Tucumbi, quien falleció durante las protestas de octubre de 2019 | Foto: Alfredo Cárdenas / EL UNIVERSO
Ecuador

“La muerte de Inocencio Tucumbi va quedando en vacío”: su hijo Gustavo

Carolina Loza León

Inocencio Tucumbi falleció en las protestas de octubre de 2019, en Ecuador. La familia tiene evidencias que muestran que murió por el impacto de una bomba lacrimógena en la frente. El gobierno de esa época lo niega hasta ahora.

Gustavo Tucumbi toma largas pausas al describir la situación legal para los familiares de aquellos que fallecieron. “El Estado tiene una deuda. Existe un silencio de parte del Estado que genera incertidumbre”, dice refiriéndose al misterio que ronda la muerte de su padre, Inocencio Tucumbi, durante las violentas protestas de octubre de 2019.

Ese silencio estatal del que habla Gustavo, de 34 años, vuelve más doloroso su proceso de duelo. “Mi padre no se cayó. La marca de la bomba en las fotos es clara en la frente, ese impacto no fue de una caída”, reitera al recordar la versión oficial brindada por el Ministerio de Gobierno, en la que señalaba que la muerte de Tucumbi se dio porque cayó de un muro de dos metros.

Los Tucumbi, los miembros de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) y sus abogados critican que no avancen las investigaciones sobre las causas y posibles autores de la muerte del campesino de 50 años y oriundo de la comunidad Yanahurco de Juigua, del cantón Pujilí (Cotopaxi).

Por las víctimas que cayeron durante las protestas de octubre de 2019 como reacción al aumento del precio de los combustibles, el equipo jurídico de la Conaie presentó una denuncia a Fiscalía por los casos de detenciones ilegales, uso excesivo de la fuerza, heridos y fallecidos, entre ellos, Tucumbi. “La Fiscalía simplemente no la ha procesado hasta el momento”, indicó a diario EL UNIVERSO Lenin Sarzosa, integrante del equipo jurídico.

Sarzosa dijo que en la Fiscalía les han indicado que debería conformarse una Comisión Especial para investigar estos casos por la sospecha de abuso policial; mientras tanto, la investigación ni siquiera tiene asignado un fiscal, añadió. Debido a esto tampoco se han podido reconstruir las circunstancias de la muerte ni recoger testimonios de quienes vivieron de primera mano los hechos.

Gustavo Tucumbi reside en Pujilí, Cotopaxi, en la sierra centro de Ecuador, donde también vivió su padre, Inocencio Tucumbi | Foto: Alfredo Cárdenas / EL UNIVERSO
Gustavo Tucumbi reside en Pujilí, Cotopaxi, en la sierra centro de Ecuador, donde también vivió su padre, Inocencio Tucumbi | Foto: Alfredo Cárdenas / EL UNIVERSO

La Fiscalía indicó que la asiginación del fiscal se realiza automáticamente cuando la denuncia ingresa al sistema informático. En sus registros existe la denuncia por la muerte de Tucumbi, por posible homicidio, ingresada un día después del fallecimiento.

De acuerdo con la Fiscalía, hubo 743 denuncias penales relacionadas a las manifestaciones de octubre de 2019. De estas, solo en 66 casos hay personas procesadas, que suman 117.

La Fiscalía también señaló que tienen abierta una indagación por posible delito de lesa humanidad, que recopila los casos de varias víctimas mencionadas en el informe de la Comisión Especial para la Verdad y la Justicia, que fue conformada por la Defensoría del Pueblo.

A casi tres años de las protestas, la ministra de Gobierno que enfrentó la crisis política, María Paula Romo, se ratifica en las versiones oficiales de esta muerte. “Hay la posibilidad de que (Tucumbi) haya caído de una pared que estaba escalando de una casa que tenemos la foto”. El equipo de Romo buscó, sin resultado, videos del incidente.

Según ella, los allegados y familiares de Tucumbi intentaron sacar el cadáver del hospital sin hacer la autopsia, pero la Fiscalía les convenció de que la hicieran por la importancia de ese análisis. “Como ese caso se politizó, en esa autopsia no participa ningún policía”, afirma Romo.

En su libro, Octubre, la democracia bajo ataque, ella sostiene que la autopsia se realizó en el Hospital Eugenio Espejo y cita el resultado de la misma: “Causa de la muerte: hemorragia cerebral por trauma craneoencefálico, secundario a precipitación”.

Gustavo Tucumbí recuerda que su padre tenía un gran liderazgo en la comunidad en que iban desde proyectos de ecoturismo hasta asegurar que la gente aprendiera agricultura, empezando por sus siete hijos. “No quería que dependiéramos de una sola fuente de ingresos. Quería que seamos autosuficientes”, relata. El día en que Gustavo habló con EL UNIVERSO estaba en Pujilí y tenía ensayo con la banda de música tradicional, otra actividad que lo unía con su padre.

Gustavo Tucumbi lleva con frecuencia flores a la tumba de su padre, Inocencio Tucumbi | Foto: Alfredo Cárdenas / EL UNIVERSO
Gustavo Tucumbi lleva con frecuencia flores a la tumba de su padre, Inocencio Tucumbi | Foto: Alfredo Cárdenas / EL UNIVERSO

Inocencio Tucumbí se desplazó a Quito el lunes 7 de octubre, después de protestar en el cantón Pujilí, provincia de Cotopaxi, con algunos de sus hijos. Gustavo recuerda su arenga: “Vamos al levantamiento, vamos a unir fuerzas, vamos a gritar en las calles por nuestros derechos. Tenemos que gritar en las calles, como siempre lo hemos hecho. Si no gritamos, no va a haber justicia, no va a haber igualdad”.

Para Gustavo, esta era una protesta más en la que iban a participar como familia. Él ya había participado con su padre en otras. No esperaban los enfrentamientos violentos que se dieron en la capital, nunca antes vistos en Ecuador.

Los Tucumbi pudieron unirse a las protestas el día lunes y martes tranquilamente. Sin embargo, la violencia escaló el miércoles 9 de octubre, cerca de la Universidad Politécnica Salesiana, donde Tucumbi se quedó junto a otros manifestantes que venían a la capital desde otros lugares del país.

Ese día, en los alrededores de la Asamblea Nacional, Gustavo perdió el rastro de su padre en horas de la tarde, en medio del caos causado por los enfrentamientos entre manifestantes y policías. “Fue un terror en ese momento cuando vinieron de arriba, de abajo, de todos lados, aparecían caballos y motos, uno no sabía por dónde y ahí en ese momento se perdió toda la familia”.

Aproximadamente una hora después, uno de sus familiares recibió la llamada que daba noticias sobre el estado de Inocencio. En esas circunstancias murió el líder comunitario.

Su hijo Gustavo sostiene que existen testigos de lo que sucedió: los policías acorralaron a Inocencio y a otros manifestantes, y su padre recibió un impacto de una bomba lacrimógena en su cara. La denuncia presentada por la Conaie a la Fiscalía no se procesa aún y la causa de la muerte aún es incierta. Los abogados ni los Tucumbi cuentan con alguna pista sobre el tipo de munición que habría impactado en el rostro de Inocencio la tarde del 9 de octubre.

En fotos de documentos a los que tuvo acceso EL UNIVERSO, se establece como causas de su muerte hemorragia cerebral, fractura de cráneo, trauma craneal indirecto y precipitación.

El féretro de Inocencio Tucumbi se encuentra en un mausoleo en el cementerio de Pujilí, donde residió | Foto: Alfredo Cárdenas / EL UNIVERSO
El féretro de Inocencio Tucumbi se encuentra en un mausoleo en el cementerio de Pujilí, donde residió | Foto: Alfredo Cárdenas / EL UNIVERSO

El féretro de Inocencio fue velado al día siguiente en el Ágora de la Casa de la Cultura, en el centro norte de Quito, donde se concentraban los manifestantes. Después de la velación se transportó al cementerio de Pujilí donde se decoró con fotos de Inocencio, instrumentos de viento que él tocaba en su banda y los nombres de esposa y de sus siete hijos.

Gustavo casi no tiene esperanzas de resolver el misterio sobre la muerte de su padre ni de encontrar culpables. No cree que se haga justicia.

Suele ir a visitar su tumba en el cementerio de Pujilí de manera frecuente. Se ha desvinculado en cierta medida del proceso legal en Quito y está enfocado en su trabajo, su familia y las diferentes actividades que heredó de su padre en su comunidad.

Su familia recuerda al líder indígena por su legado de trabajo tanto en la comunidad como en el jardín de su casa, donde sembró varios árboles frutales. “Han buscado justicia muchos, pero no la han encontrado, así ha quedado en el olvido, en el vacío… Así como la historia de mi padre creo que está quedando en el vacío”.