Armas “no letales” fabricadas en Brasil dejan heridos en América Latina
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Brasil

Armas “no letales” fabricadas en Brasil dejan heridos en América Latina

Juliana Dal Piva - José Dacau - Bárbara Libório - Naomi Matsui - Rubens Valente - Colaboración: Igor Mello - Carlos Madeiro

La empresa brasileña Condor es una de las mayores exportadoras de armas “no letales” de toda América Latina. La munición del fabricante está presente en las protestas en diferentes países. En Chile, el Ministerio Público indicó la presencia de una granada brasileña en la causa penal contra el policía acusado de lesionar a la senadora Fabiola Campillai, en 2019. Pero antes de eso, la historia de la empresa se remonta a más de dos décadas vendiendo este tipo de armas a lugares donde los ciudadanos protestaron por diferentes temas sociales. El comienzo fue Argelia. En 2020, la Policía de São Paulo desaprobó algunas granadas y balas de goma y los oficiales señalaron que el material estaba fuera de los estándares considerados seguros y adecuados por la corporación.

Casi dos años antes de convertirse en la senadora más votada de Chile, la trabajadora y activista social Fabiola Campillai quedó ciega al ser impactada en el rostro por una granada de gas lacrimógeno lanzada por un policía de ese país. Una investigación del Ministerio Público de Chile encontró documentos que indican que el carabinero responsable del ataque portaba ese día granadas tipo GL-203/L, fabricadas por la empresa brasileña Condor Tecnologias Não-Letais. Con estas pruebas y videos del momento de la agresión fue denunciado ante el Poder Judicial de Chile por causar lesiones muy graves y enfrenta de 12 a 15 años de prisión.

La propaganda de la industria armamentística en torno a las "armas no letales" afirma que estos artefactos "salvarían vidas" al ser utilizados en lugar de armas de fuego. Junto al gobierno federal de Brasil, este discurso ayuda a las empresas del sector a obtener ventajas económicas, como la eliminación de impuestos. Este informe, resultado de una investigación colaborativa y transfronteriza liderada por CLIP (Centro Latinoamericano de Investigación Periodística), en alianza con UOL, Interferencia de Chile y otros nueve medios de América Latina, revela que el marketing de empresas como Condor es desmentida por la realidad.

Fabiola Campillai Rojas está lejos de ser la única chilena o incluso latinoamericana gravemente herida por "armas no letales". Y hay quienes han muerto: una encuesta sin precedentes muestra que al menos 33 personas han muerto por impacto de este tipo de armas en siete países desde 2017. El total de heridos graves alcanza las 170 personas. En Brasil, fueron 13 muertos y 10 heridos graves.

Solo en Chile, entre octubre de 2019 y marzo de 2020, el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) registró 325 casos como el de Campillai, personas que presentaron denuncias por lesiones provocadas por bombas lacrimógenas durante las protestas chilenas. Una persona murió, 15 sufrieron una explosión del globo ocular, seis perdieron la vista en uno o dos ojos y otras diez sufrieron un trauma ocular.

Y, aunque otras empresas también operan en el sector, la brasileña Condor es la que tiene una de las mayores presencias en este mercado en América Latina. Chile, por ejemplo, gastó un total de 5,6 millones de dólares en bombas lacrimógenas entre 2019 y 2021. De esto, 4,1 millones de dólares se gastaron en municiones de gas lacrimógeno adquiridas a Condor. Los productos de la empresa también estuvieron presentes en protestas en Bolivia, Guatemala, Venezuela y Ecuador.

Documentos descubiertos por esta investigación periodística también muestran que algunos modelos de armas vendidas en Brasil y que, según la propia Condor, también serían vendidas en el extranjero, fallaron las pruebas para evaluar un estándar técnico considerado adecuado y seguro por la Policía Militar de São Paulo. El mismo modelo de granada señalado en el caso de la senadora chilena no fue aprobado por la corporación. Incluso, un policía resultó herido en el cuello durante las pruebas, lo que fue considerado grave por la institución. Por eso, la Policía de São Paulo creó un proceso administrativo para devolver las armas.

El Ejército brasileño, responsable de supervisar las exportaciones de armas, dijo a UOL que no está al tanto de las diferencias en los estándares. A pesar de lo señalado por la Policía de São Paulo, Condor dijo, en una nota a UOL, que no vende armas defectuosas, aunque admitió que personaliza sus municiones según las solicitudes de los clientes.

Secuelas

Fabiola Campillai, senadora de Chile y herida en los ojos en 2019 | Foto: Gabriel Pecot
Fabiola Campillai, senadora de Chile y herida en los ojos en 2019 | Foto: Gabriel Pecot

Era el 26 de octubre de 2019 y estaba esperando un bus para ir a trabajar cuando recibió el impacto del artefacto, disparado por un policía que estaba a unos cincuenta metros, directo en la cara. Sufrió traumatismo craneal y pérdida de masa cerebral. Sobrevivió. Después de diez cirugías, hoy lidia con las secuelas. La principal es ceguera en ambos ojos.

Fabiola Campillai ya hacía trabajo social en el barrio de San Bernardo, en la capital Santiago, donde vivía. Las consecuencias de la agresión cambiaron su vida para siempre y la llevaron a presentarse como candidata al Parlamento chileno. Fue elegida en noviembre de 2021 tras recibir 402.000 votos, más de 100.000 por encima del siguiente senador más votado.

“Tenemos que tener en cuenta que estas armas no son letales dependiendo del uso que se les dé. En mi persona, esta arma pudo haber sido letal de no haber sido por la rápida reacción de mi familia y vecinos”, dijo la senadora en entrevista a Interferencia de Chile.

La brutal violencia contra los millones de manifestantes en Chile, que se disputaban diferentes problemas sociales, llevó a las autoridades a abrir investigaciones para identificar y juzgar a los responsables de los ataques. En una de las investigaciones, el Ministerio Público chileno identificó tanto al policía responsable de disparar a Fabiola, el excapitán Patricio Maturana, como al arma eufemísticamente denominada “no letal”.

El juicio de Maturana comenzó el 10 de mayo de 2022. La defensa cuestiona el trabajo de la investigación y, en defensa de Maturana, los abogados presentaron documentos de la policía chilena en los que se constató, al día siguiente de la agresión, que Maturana había supuestamente disparado una granada de la empresa estadounidense Combined Systems el 26 de octubre.

Sin embargo, antes de salir a la calle el día en que resultó herido Campillai, el propio Maturana firmó un documento en el que decía que salió de la sede policial con 10 bombas Condor GL-203/L. Con eso y las imágenes del ataque, Maturana fue denunciado por los fiscales locales. Una vez estuvo detenido en una prisión, pero ahora está bajo arresto domiciliario.

Armas desaprobadas

Con base en una referencia cruzada de datos entre los tipos de armas utilizadas en las pruebas realizadas por la Policía Militar de São Paulo y los procesos judiciales de las víctimas de "armas no letales", fue posible descubrir que una granada desaprobada en São Paulo, el GL-203/L, también es del mismo modelo que portaba el policía que atacó a la senadora chilena Fabiola Campillai en 2019.

Después de pruebas, la Policía de São Paulo encontró "inconsistencias" en las armas de Cóndor | Foto: José Dacau
Después de pruebas, la Policía de São Paulo encontró "inconsistencias" en las armas de Cóndor | Foto: José Dacau

En 2020, la PM-SP desaprobó 150.000 balas de goma y también lotes con cinco tipos diferentes de un total de setenta granadas aturdidoras o de gas. Pudiendo acceder al proceso administrativo, obtenido a través de la Ley de Acceso a la Información, UOL pudo comprobar que, tras una serie de pruebas, el Centro de Material Militar de la PM-SP estableció que las armas se fabricaban fuera de las especificaciones técnicas consideradas como seguras y adecuadas por la Policía Militar.

Además, en la prueba de campo, una de las granadas realizó un corte en el cuello de uno de los agentes que participó en la evaluación, que fue considerado como grave por la institución.

En diciembre de 2020, la policía optó por rescindir unilateralmente el contrato y devolver toda la munición al fabricante. En los documentos del proceso administrativo de la policía de São Paulo se pudo verificar que la propia Condor admitió que los motivos de la preocupación del gobierno paulista provenían de los cientos de personas cegadas por balas de goma en Chile.

Esta investigación constató que otros 17 estados de Brasil utilizan los mismos modelos que no pasaron las pruebas en São Paulo. Son ellos: Acre, Alagoas, Amazonas, Ceará, Goiás, Mato Grosso, Mato Grosso do Sul, Minas Gerais, Pará, Paraná, Río de Janeiro, Rio Grande do Sul, Sergipe, Pernambuco, Rondônia, Santa Catarina y Espirito Santo.

Las granadas del modelo GL/203-L de Condor también aparecieron en Colombia en mayo de 2021. En ese momento, la Policía Nacional de Ecuador devolvió un préstamo de armas no letales de fabricación estadounidense que le había enviado la policía colombiana en octubre de 2019, cuando el gobierno de Lenín Moreno enfrentaba una oleada de protestas. Solo que, al devolver el préstamo año y medio después, Ecuador lo hizo con municiones de marca Condor, incluyendo un número sin determinar del modelo GL/203-L, según establecieron El Universo y CLIP.

Negociaciones de armas en la pandemia

Al comienzo de la pandemia, la Policía Militar de São Paulo decidió reforzar sus existencias de "munición no letal". Así, inició negociaciones con Condor el 23 de marzo de 2020. Según los documentos de negociación, el importe total negociado fue de 21 millones de reales (4,2 millones de dólares).

En la propuesta de compra de las armas, la Policía Militar de São Paulo describió que el estado tenía el mayor número de infectados de Covid-19 y que “ya se estaban registrando casos de saqueos y robos”. Debido a la urgencia, buscó cerrar el negocio por la vía de la inexigibilidad, que es cuando no es posible competir a través de una licitación pública debido a la exclusividad del producto o a la falta de competidores.

Así, a finales de abril de 2020, aparece en el proceso administrativo de la PM-SP que Condor envió una carta de intención de venta, pero la Policía de São Paulo se negó porque identificó diferencias de estándar, un aumento en los precios negociados previamente y también un plazo de 60 días para entregar los productos, cuando la institución no quería esperar.

Los documentos de Cóndor muestran que la empresa informó a la policía de São Paulo sobre diferencias en los productos fabricados para la venta en el exterior | Foto: Juliana Dal Piva
Los documentos de Cóndor muestran que la empresa informó a la policía de São Paulo sobre diferencias en los productos fabricados para la venta en el exterior | Foto: Juliana Dal Piva

Las negociaciones continuaron. El 1 de junio, Condor volvió a responder y dijo que las municiones eran “productos de exportación, con diferencias respecto al estándar habitualmente aceptado en Brasil y por la Policía Militar de São Paulo”. La empresa citó una reunión el 27 de mayo de 2020 con representantes de Condor y de la PM en la que la empresa habría dicho que entendía las razones de la negativa, pero subrayó que, con la negativa de la PM de São Paulo, “dichos productos fueron finalmente liberados para su suministro a clientes internacionales y ya no están disponibles.”

Después de este informe de Condor, en junio de 2020, la policía aceptó parcialmente una nueva propuesta de la empresa y enumeró los productos que quería comprar, entre los cuales figuraban150.000 balas de goma y diferentes tipos de setenta granadas de gas.

Pasaron algunas semanas y la Policía Militar probó el material entregado por Condor. El 11 de agosto se entregó un informe sobre las pruebas de recepción de balas de goma modelo AM-403/P. La PM evaluó el material y elaboró un informe en el que señalaba varias irregularidades en esta munición y descalificaba el lote, exigiendo, mediante notificación, que Condor lo sustituyera en un plazo de 15 días.

Según el teniente Murilo Frigeri, las balas de goma eran irregulares en relación con la velocidad alcanzada, el peso y la longitud, y también tenían corrosión en la espoleta. Los policías también informaron que los traumas verificados fueron superiores a lo descrito en la patente de la munición producida exclusivamente por Condor, “no cumpliendo así con los criterios de confianza y fiabilidad estipulados por el propio fabricante”. En otras palabras, producían heridas mayores a lo esperado.

Diez días más tarde, el 21 de agosto, la PM hizo pruebas con las granadas de gas y estas también fueron descalificadas. Los modelos de munición GL-300/T, GL-300/TH y GL-203/L fueron considerados no aptos. La policía solicitó la sustitución de las granadas GL-300/TH y GL-203/L en un plazo de 15 días y decidió realizar una nueva inspección de las granadas GL-300/T. Sin embargo, todas fueron descalificadas nuevamente.

Las tres presentaban problemas de peso y tenían “abolladuras”, término técnico para referirse a las marcas que muestran que el material estaba en mal estado. Expertos en armas consultados por UOL, de forma anónima, dijeron que la identificación de estas “abolladuras” es importante porque, eventualmente, pueden generar un aumento de la presión interna de las granadas e incluso provocar alguna ruptura o fuga.

La policía también hizo pruebas de campo con la GL-307 en septiembre y octubre del 2020. Según el informe, se comprobó que las granadas de este tipo tenían “un diámetro ligeramente superior a las tolerancias descritas en las especificaciones técnicas”, que el tiempo medio de retardo era superior al permitido y que algunas muestras lanzaban fragmentos a distancias superiores al límite de seguridad especificado por la empresa, es decir, diez metros.

Se realizó una nueva prueba y se volvieron a encontrar los mismos resultados. “Todas las muestras proyectaron fragmentos a más de 10m del lugar de la explosión, y el fragmento de la muestra '3' golpeó la cara del Cb PM Rómulo [Thiago de Azedino] durante las pruebas, que tuvo que ser llevado al Hospital de la Policía Militar”, señaló la PM en el informe. Además, concluyó: “El accidente del Cb PM Rómulo demostró que los fragmentos resultantes de la explosión de la granada pueden causar lesiones graves”.

El policía Rômulo Azedino resultó herido durante las pruebas con la granada de luz y sonido GL-307 | Foto: José Dacau
El policía Rômulo Azedino resultó herido durante las pruebas con la granada de luz y sonido GL-307 | Foto: José Dacau

En el caso de las pruebas con las granadas GL-201, la PM identificó en el informe que también estas tenían un “tiempo de retardo”, una referencia al intervalo previo a la explosión, más largo de lo requerido. La policía explicó por qué esto es un problema: “Hace posible que los opositores a la acción policial lancen las granadas en dirección a los agentes de policía o muy lejos, haciendo potencialmente imposible cualquier vía de escape”. Otro problema verificado fue que la granada no alcanzó la distancia prevista, lo que perjudica, en la evaluación de la PM, la “planificación de la operación, porque puede llevar a la turba a direcciones no deseadas u obstruir una ruta de escape, llevando a la multitud al pánico y a aglomeraciones no deseadas, generando atropellos, violencia excesiva, lesiones graves y muerte”.

La empresa volvió a decir que las especificaciones que exigía la PM-SP no se habían cumplido debido a las prisas en la adquisición al principio de la negociación y que el material se ajustaba a las peticiones de sus clientes internacionales. La PM-SP no aceptó las justificaciones, diciendo que se veía obligada a operar en una situación de control de su material, por la seguridad de los policías.

Finalmente, en diciembre de 2020, la PM-SP decidió rescindir unilateralmente el contrato y devolver todo el material. En ese momento también se informó que la policía pretendía devolver un total de 125.000 balas de goma adquiridas en años anteriores junto con los lotes rechazados. Así, se devolvieron 275 mil artefactos de este tipo.

Tras recibir notificación de la decisión, Condor presentó recursos para anular el cese. El 16 de junio de 2021, el CEO de Condor, Carlos Erane Aguiar, envió una carta al Comando de la Policía Militar de São Paulo para intentar nuevas pruebas en las armas. En su momento, él mismo escribió que la policía era más cautelosa con la munición debido a los cientos de personas que quedaron ciegas por balas de goma en las protestas de Chile. “Se instaló un proceso sancionatorio para investigar posibles problemas con la munición de impacto controlado de 12 guches de Condor. Al respecto, es importante mencionar que Condor no es proveedor de municiones de impacto controlado a Chile, habiendo suministrado otro tipo de tecnologías no letales Además, Chile utiliza municiones de impacto controlado muy diferentes a las que produce Condor, incluyendo metales pesados en su composición”, escribió Erane.

Así, a lo largo de 2021, la empresa y la Policía Militar de São Paulo negociaron la sustitución de las armas por una nueva munición que se probó a principios de 2022. Sin embargo, hasta ahora, solo las nuevas balas de goma AM-403/P, producidas con mejoras, según Condor, han sido aprobadas por la Policía. Las granadas de gas volvieron a vetarse tras las pruebas realizadas en Río de Janeiro.

Tras la desaprobación de las balas de goma en 2020, Condor informó a la policía de São Paulo sobre cambios en el armamento. Con nuevas pruebas, en 2022, se aprobó la munición | Foto: José Dacau
Tras la desaprobación de las balas de goma en 2020, Condor informó a la policía de São Paulo sobre cambios en el armamento. Con nuevas pruebas, en 2022, se aprobó la munición | Foto: José Dacau

UOL buscó a los policías que participaron en la elaboración de los informes, pero estos no quisieron hablar del episodio. Este equipo periodístico también intentó entrevistar al cabo Rômulo Thiago de Azedino, herido durante las pruebas de 2020, pero se negó a hacer comentarios.

Al verificar los problemas de las armas de Condor, UOL también descubrió en el Tribunal de Justicia de São Paulo que hubo otros casos de problemas con las armas de Condor. Un episodio ocurrió el 20 de febrero de 2019, con un spray GL-108, también fabricado por la empresa, que estaba en la mochila del policía paulista Dauri Faria, en Caçapava, interior de São Paulo. El spray explotó por sí solo dentro de la mochila del oficial fuera de servicio en su casa y provocó que su familia quedara expuesta al gas. Incluida su hija, una bebé de cinco meses.

En Brasil, en 2021, un hombre quedó ciego en Recife, Pernambuco, tras ser alcanzado, según la investigación de ese estado, por una bala de goma AM-403/P, el mismo modelo devuelto por la policía de São Paulo a Condor.

“Lo que este caso concreto expone es que también hay graves problemas para probar la seguridad de estos materiales”, dice el gerente del Instituto Sou da Paz y experto en armas de fuego, Bruno Langeani. “La PM-SP es uno de los cuerpos policiales más estructurados del país, y cuenta con un órgano para hacer pliegos de condiciones, licitar y probar los productos que compra con mucho rigor, pero estos productos se están vendiendo a todo tipo de órganos, incluidas guardias municipales y guardias de prisiones, con muy poca estructura para elegir los productos, probarlos y entrenarse en su uso. Por ello, el caso de la Policía Militar debería generar una investigación más profunda por parte del Ejército en varios lotes suministrados por Condor”, señala Langeani, quien también es analista de datos para el think tank Conflict Armament Research.

En respuesta escrita a UOL, en 2022, el Ejército informa que acompaña el proceso de exportación de conformidad con la Ordenanza 1.729, del 29 de octubre de 2019. “Los requisitos técnicos para asegurar la calidad y confiabilidad son acreditados durante el proceso de Certificación de Conformidad que realizan los Organismos Certificadores, asignado por el Ejército”, informó la institución.

El Ejército señala que no tiene conocimiento de las diferencias en los estándares de armas de Condor. "Cabe señalar que, en caso de que existan indicios de incumplimiento del producto controlado con las especificaciones técnicas determinadas por el Ejército Brasileño, se debe iniciar un Proceso Administrativo Sancionador (PAS) para investigar los hechos y aplicar las sanciones correspondientes", aclaró.

La Policía Militar de São Paulo fue contactada tres veces por UOL, pero no respondió hasta el cierre de este artículo.

Lo que dice la empresa Condor

En un comunicado, Condor le dijo a UOL que "nunca ha vendido productos defectuosos". La empresa afirma tener "más de 30 años de buen servicio prestado en Brasil y en todo el mundo" y añadió que "investigamos tecnologías apropiadas para que la fuerza pueda ser utilizada de manera proporcionada y razonable por quienes tienen la legitimidad para hacerlo, en línea con los dictados de las Naciones Unidas en cuanto a la Doctrina del Uso Proporcional de la Fuerza".

En cuanto a las denuncias sobre problemas con los productos entregados a la Policía Militar del Estado de São Paulo en 2020, la empresa informa que "este es un asunto que ya fue aclarado, y las nuevas pruebas realizadas por el Ejército han tenido éxito". Asimismo, en respuesta escrita, la empresa dice que "las negociaciones entre las partes obedecen al rito legal de un proceso administrativo y confiamos en que su desenlace está próximo”.

Sobre la herida del policía en São Paulo, Condor dice que "sigue estrictamente la norma técnica emitida por el Ejército Brasileño, que determina que cualquier fragmento de goma de granadas no letales debe respetar una dureza preestablecida, para evitar daños irreparables". Agrega que: “Sabemos que un solo fragmento, de goma blanda, golpeó el cuerpo del policía que arrojó la granada, sin causar daños”, agrega.

La compañía dice que "no se han realizado cambios constitutivos en la munición de impacto controlado desde 2020. Hacemos hincapié en que la munición de impacto controlado debe usarse siempre dentro de las distancias de seguridad recomendadas y dirigidas hacia las extremidades inferiores".

"Todos los productos Condor cumplen con estrictos estándares de seguridad y pueden existir variaciones de rendimiento a pedido de los clientes, como tiempo de emisión de humo, número de candelas, tiempo de retardo, por ejemplo, siempre respetando los límites impuestos por el organismo regulador, el Ejército brasileño ".

Condor dice que “abogamos, en todo momento, por el uso responsable y adecuado de nuestros productos, a través de una intensa capacitación y reafirmamos que su uso debe ser realizado exclusivamente dentro de los estándares legales y por personas calificadas”.

El informe hizo preguntas sobre las ventas, el entrenamiento y las consecuencias de las armas de Condor en el extranjero, pero la empresa dijo que no podía comentar sobre estos. “También aclaramos que Condor está obligado por cláusulas de confidencialidad a proteger información sensible de seguridad pública y defensa de otros países, como cantidades y tipos de productos suministrados, clientes y destino”, dijo.

Finalmente, la empresa dijo que está presente en más de 80 países y que la mayor parte de sus ingresos provienen del mercado exterior. “Razones que demuestran ser reconocida a nivel mundial por la calidad de sus productos y por la seriedad con la que fundamenta sus relaciones comerciales e institucionales”, agrega.

Además de los productos, Condor también dice que ofrece capacitación en el uso de sus armas | Foto: Reproducción redes sociales Condor
Además de los productos, Condor también dice que ofrece capacitación en el uso de sus armas | Foto: Reproducción redes sociales Condor

Crecimiento de la empresa Condor

A lo largo de los últimos veinte años, diferentes gobiernos brasileros han apoyado el crecimiento de fábricas de armas y de la industria de defensa en el país. Uno de los mayores beneficiarios ha sido la empresa Condor, que ha ampliado sus actividades fuera de Brasil y ha abierto oficinas en Abu Dabi y Singapur.

En todo este tiempo, Condor ha obtenido apoyo para ventas internacionales, beneficios fiscales e incluso financiación para desarrollar estas armas menos letales. Esta ayuda comenzó bajo el mandato de Fernando Henrique Cardoso a finales de los años noventa y se amplió posteriormente con Lula, Dilma Rousseff y Michel Temer. Actualmente, el general de la reserva Walter Braga Netto, ex ministro de Defensa y citado para ser el candidato a vicepresidente de Jair Bolsonaro en su campaña de reelección este año, ha realizado él mismo acuerdos comerciales que benefician ulteriormente los negocios de la empresa en el exterior, especialmente en el mundo árabe. A lo largo de estos años, el objetivo de estos diferentes gobiernos era que Brasil se convirtiera en uno de los líderes de este mercado del sector defensa. Y en lo que respecta a las llamadas armas menos letales, este objetivo se logró.

En 2020, la Omega Research Foundation, un instituto de investigación del Reino Unido, en colaboración con el Instituto Sou da Paz, Global Justice y otras organizaciones no gubernamentales, publicó un informe que identificaba a dieciséis empresas en Brasil dedicadas a la fabricación de diversos tipos de armas, municiones y artefactos, desde balas de goma hasta granadas de gas y equipos de seguridad. Condor es, por mucho, la más grande del sector. No solo es la empresa más grande de Brasil en el mercado nacional, sino que, como suele decir la propia empresa, es un “líder global” presente en 80 países.

El negocio es bastante rentable y poco transparente. Desde 2011, el gobierno brasileño considera que la divulgación detallada de las ventas de una empresa privada brasileña a empresas o gobiernos extranjeros está protegida por el secreto industrial. Pero hay algunas formas de intentar averiguar cuánto vale este negocio. El informe de Omega, por ejemplo, señala que Condor es la única empresa exportadora del sector conocida en la ciudad de Nova Iguaçu, municipio situado en la región metropolitana de Río de Janeiro. Con base en esto, el documento menciona que la ciudad exportó productos de “seguridad” por un total de 183 millones de dólares entre 2012 y 2020. Es decir, toda esa facturación correspondería a Condor.

Tras analizar los datos abiertos al público por el Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior, UOL descubrió que Nova Iguaçu exportó en “equipos de seguridad y orden público”, es decir, balas de goma, granadas de gas y otros, un total de 8,8 millones de dólares a doce países latinoamericanos a partir de 2018.

En ese período, el país que más compró estas armas fue Ecuador, por un total de 4,1 millones de dólares. El segundo mayor comprador fue Colombia, con 1,8 millones de dólares. Le sigue Chile, con 1,5 millones de dólares. Los datos también muestran que las mayores ventas se produjeron entre 2020 y 2021, el mismo periodo en el que estos países estaban bajo intensas protestas sociales.

UOL también investigó los portales de transparencia de gobiernos estatales y del federal para identificar la presencia de estas empresas en contratos con la Policía Militar y las Fuerzas Armadas para la adquisición de material para control y represión de la población.

De 2018 a 2022, un total de 23 estados, el Distrito Federal y el Gobierno Federal gastaron 153 millones de reales (30 millones de dólares) en 952 contratos con Condor. La otra empresa que apareció en la investigación, Poly Defensor, obtuvo 14 contratos por un total de 1,8 millones de reales (360.000 dólares).

Minas Gerais es el estado que más gastó en contratos con ambas empresas: entre 2018 y marzo de 2022 fueron 39,7 millones de reales, el doble que el gobierno federal, que ocupa el segundo lugar con 18,4 millones de reales. En el caso de Minas Gerais, las mayores adquisiciones tuvieron lugar en 2021: fueron 24,7 millones de reales en contratos. Ese mismo año, en la ciudad de Passos, en el estado de Minas Gerais, las imágenes mostraban a un policía militar disparando una bala de goma a corta distancia contra el vientre de una mujer que tuvo que ser operada. En 2020, granadas de gas lacrimógeno de Condor fueron utilizadas en el desalojo del Quilombo Campo Grande, en Campo do Meio, Minas Gerais. Los siguientes estados en la lista de los que han firmado contratos con Condor y Poly Defensor son Rio Grande do Sul (15,5 millones de reales), Santa Catarina (11,7 millones de reales) y São Paulo (11,2 millones de reales). No fue posible obtener detalles de otros cuatro estados de Brasil.

Estas cifras, sin embargo, son solo una parte de una realidad mucho mayor, ya que las guardias municipales también adquieren estos productos directamente al fabricante y Brasil tiene más de 5.000 ciudades.

Es precisamente la emergencia de protestas lo que ha impulsado las ventas de Condor originalmente y lo que ha garantizado su crecimiento, tanto en Brasil como en el extranjero.

Condor crece a partir de la “Primavera Negra” en Argelia

Condor tiene una historia de 36 años. Fue fundada en 1985, en Nova Iguaçu, a partir de la transformación de otra empresa, llamada Química Tupan S. A, que originalmente producía diferentes materiales de guerra, incluyendo minas antipersonales para exportar a Irak y a América Latina. La presión global por prohibir y eliminar el uso de las minas y otros factores hicieron que Tupan quebrara y se constituyera Condor en su lugar.

La fábrica sigue funcionando hoy en día en una finca de un millón de metros cuadrados cerca de la Reserva Biológica de Tinguá. Hoy se fabrican allí 120 productos diferentes. En el libro “El valor de la vida, una experiencia de tecnologías no letales en Brasil” de 2019, el autor y fundador de la empresa, Carlos Erane Aguiar, repasa su trayectoria y la de la empresa, que también publicó el libro.

Vecinos de Paraisópolis, en São Paulo, muestran latas de una granada Cóndor utilizadas durante la acción policial que dejó varios muertos y heridos en una fiesta funk comunitaria | Foto: Adriano Vizoni-Folhapress
Vecinos de Paraisópolis, en São Paulo, muestran latas de una granada Cóndor utilizadas durante la acción policial que dejó varios muertos y heridos en una fiesta funk comunitaria | Foto: Adriano Vizoni-Folhapress

En la obra, Aguiar cuenta que, tras la fundación de la empresa, a principios de los años 90 envió a uno de sus hijos y a otros empleados a Alemania, Italia e Inglaterra para conocer el sector y dar forma a lo que sería el futuro de Condor. A la vuelta del viaje, a través de una empresa llamada Welser, que pertenece a los mismos propietarios y sirve de brazo comercial de Condor en el extranjero, el grupo se convirtió en representante de la empresa alemana Rheinmetall. Se establecieron colaboraciones con la empresa inglesa Pains Wessex Chemring y la italiana SGE. Según él, al principio el trabajo era la producción de trajes, ropa, escudos de seguridad y chalecos antibalas.

La primera venta internacional de Condor fue en 2001. Aguiar describe en su libro que desde 1999 el gobierno de Argelia venía negociando la compra de productos Condor, pero detalles burocráticos impidieron la consumación del negocio. Todo cambió de repente en 2001. “Simplemente un avión argelino, sin previo aviso y sin tener ningún contrato con Condor, había entrado en espacio aéreo brasileño avisando que la aeronave, con una capacidad de 40 toneladas, viajaba con una tripulación de 16 personas e iba a aterrizar en Río de Janeiro para recoger un material en la planta de Condor”, escribió Aguiar, quien recibió la información de un funcionario del Ministerio de Asuntos Exteriores.

Aguiar dijo que como Argelia no había anunciado previamente su interés por los productos, fue necesario entregar todo lo que había en stock, incluido material fabricado para otros clientes. Según Aguiar, el soldado argelino encargado de llevarse el material estaba tan desesperado que dijo a los brasileños que lo “matarían” si volvía sin nada. En ese momento, Argelia estaba gobernada por el dictador Abdelaziz Bouteflika, quien permaneció en el poder hasta 2019. Además de los productos, se envió a un empleado para que formara a las tropas allá.

UOL tuvo acceso a los datos de ventas en ese momento y descubrió que el gobierno argelino gastó 12 millones de dólares en munición “no letal” en 2001. Al año siguiente, 2002, otros 1,12 millones de dólares. En ese momento, Argelia vivía la “Primavera Negra” en la región de Cabilia, protestas contra el gobierno de Argel que dejaron muchos heridos e incluso muertos.

Apoyo del gobierno brasileño

Con esta venta, Condor iba a abrirse espacio en el mercado internacional. Según Aguiar, el negocio de la empresa se amplió con contratos con Arabia Saudí, Baréin y Turquía. El siguiente paso internacional sería aprovechar la presencia de tropas brasileras en Haití durante la misión de la ONU en ese país, la Minustah, desde 2004. Condor fue uno de los principales proveedores de los militares brasileros durante su estancia en Haití. Tan fuerte fue su presencia que crearon una bala de goma específicamente para la misión, la Soft Punch AM-470.

En 2008, Condor ya había alcanzado la producción de un millón de artefactos. Pero el gran impulso de la empresa vendría en la década siguiente. En 2011, fue invitada por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) a participar en un evento, siendo la única empresa latinoamericana en recibir tal invitación. Y el 21 de marzo de 2012, el entonces ministro de defensa, Celso Amorim, declaró a Condor como una empresa estratégica de defensa del gobierno brasilero. Era el gobierno de Dilma Rousseff.

Poco después, en febrero de 2013, Amorim llegó a decir en una entrevista con el diario O Globo que la creación de empresas estratégicas de defensa, con incentivos fiscales, formaba parte de un plan del gobierno brasilero. “Estas medidas legislativas son importantes, no solo porque la defensa es un importante estímulo para la industria de cualquier país del mundo, sino también porque necesitamos tener un grado razonable de autonomía tecnológica e industrial para garantizar la defensa. Al gobierno le interesa promover a ambas partes”, explicó.

El crecimiento de Condor, sin embargo, también está directamente relacionado con el trabajo realizado por su fundador. Desde 2013, Aguiar preside el Sindicato Nacional de Industrias de Material de Defensa (Simde), entidad que representa a empresas productoras de armas como Condor y Taurus, entre otras. En el gobierno de Michel Temer, en 2017, fue miembro del Consejo de Desarrollo Económico y Social de la Presidencia, responsable de asesorar al presidente en todas las áreas de actuación del Poder Ejecutivo Federal. El actual presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, suprimió los consejos de participación civil.

En la escena internacional, el auge de Condor estuvo asociado al crecimiento de la industria de defensa brasilera en los últimos años, gracias a los esfuerzos de la Agencia Brasileña de Promoción del Comercio y la Inversión (Apex). Como señala el informe de Omega, desde 2006 Apex, en colaboración con Abimde, la Asociación Brasileña de Industrias de Materiales de Defensa y Seguridad, ha apoyado la participación de empresas brasileñas en ferias y eventos de armas en todo el mundo. Entre 2007 y 2013, la agencia invirtió alrededor de trece millones de reales (2,6 millones de dólares) para fomentar la presencia de estas empresas, incluidos los fabricantes de equipos de seguridad, en más de treinta eventos internacionales.

Aun así, la agencia no ha podido evitar algunas vergüenzas. En 2019, por ejemplo, Condor fue expulsada de la feria “Defense and Security Equipment International (DSEI)” en el Reino Unido. La razón es que los británicos prohibieron el uso de armas de electroshock como parte de sus mecanismos de regulación contra la tortura, junto con otros países de la Unión Europea. La expulsión de Condor se produjo porque la empresa promocionaba el “Spark”, un arma tipo taser que emite descargas eléctricas en proyectiles cuando se dispara contra una persona.

En discordancia con la posición del Reino Unido, en Brasil la empresa recibió financiación pública para desarrollar y mejorar el arma. En 2012, el arma recibió el apoyo de la Fundación Carlos Chagas Filho de Apoyo a la Investigación del Estado de Río de Janeiro (Faperj) por un importe de 68.000 dólares para el desarrollo del Spark. Además, el arma contó con más de 800.000 dólares de la Finep, la Financiadora de Estudios y Proyectos, una empresa pública brasilera.

Sin pudor, el propio Faperj informó que el arma es capaz de actuar sobre el sistema nervioso de una persona causándole incluso desorientación mental. “Spark aporta novedades en su diseño, desempeño y tecnología. El equipo emite ondas que actúan directamente sobre el sistema nervioso central, provocando contracciones musculares y desorientación mental. Dispone de un dispositivo de doble acción que impide el disparo accidental y dispara dos dardos capaces de neutralizar sin causar lesiones graves. El arma también tiene una memoria digital interna, con la hora y la fecha de los disparos realizados”, dijo. El material fue distribuido para su uso por las Unidades de Policía Pacificadora (UPP) de Río de Janeiro.

Desde la posesión de Jair Bolsonaro como presidente en 2019, la industria armamentística ha aumentado su influencia política, hasta el punto de poder cambiar normas y regulaciones del sector. Un ejemplo de lobby político, en el que participó Condor, fue la extinción de dos resoluciones de la Camex (Cámara de Comercio Exterior), órgano vinculado al ME (Ministerio de Economía) cuyas tareas son formular, adoptar y coordinar políticas y actividades relacionadas con el comercio exterior brasileño.

El 23 de octubre de 2020, Condor envió una carta a Camex para solicitar la “exclusión expresa” de un impuesto a la exportación que, según Condor, se aplicaba a varios productos que fabricaba y que “presentan muy poco o ningún riesgo para la vida humana”.

Haciendo caso omiso de los innumerables episodios de muertes y lesiones graves registrados en todo el mundo a lo largo de décadas, Condor escribió que las armas supuestamente no letales “no representan un riesgo para la vida”.

Ni siquiera tuvo en cuenta los casos más recientes que relataremos durante este reportaje, como el de Daniel Campelo, herido en Recife en 2021. La empresa se limitó a decir que sus productos están “destinados a la protección de la vida humana, no se fabrican con la intención de agredir”.

El impuesto a la exportación previsto en la Constitución y el CTN (Código Tributario Nacional) se aplicaba a la exportación de determinadas armas y municiones a ciertos países de Sur y Centroamérica.

La cuestión se reguló por primera vez mediante una resolución de Camex de 2001, la número 17. Según una carta de un importante fabricante de armas de Brasil, Taurus, enviada también al ministerio, la tasa era del 150% en la exportación de una serie de armas y municiones. La situación cambió en 2010, con una nueva resolución de la Camex, la número 88, que dio cabida a las exportaciones sin arancel siempre que el arma estuviera dirigida “al ciudadano civil”. Es lo contrario de lo que hizo la Unión Europea, que fue restringir la exportación de "armas no letales" a países con violaciones de derechos humanos.

Como reconoció la propia Condor en su carta al ministerio, el impuesto se instituyó en 2001 con la intención de evitar que las armas exportadas desde Brasil fueran reintroducidas en territorio brasilero a través del contrabando.

El esfuerzo de Condor por extinguir el impuesto seguía a dos de las mayores entidades de representación y presión política de la industria armamentística, el Simde (Sindicato Nacional das Industrias de Materiales de Defensa), con sede en São Paulo, y la Aniam (Asociación Nacional de la Industria de Armas y Municiones), con sede en Brasilia. Aguiar, el CEO de Condor, preside Simde, como hemos visto.

En una carta dirigida al ministerio, el vicepresidente ejecutivo del Simde, José Cláudio Manesco, escribió que la entidad “apoya plenamente las reclamaciones” de Taurus, Condor y Aniam. Sostuvo que “las empresas brasileñas han perdido competitividad y cuota de mercado frente a empresas de otros países, incluso de la propia Sudamérica, como Argentina”. Simde también afirmó que Brasil “dejó de recaudar alrededor de 150 millones de dólares en los últimos diez años por [la venta de] armas y municiones”.

El esfuerzo de la industria armamentística por derogar la resolución de 2001 fue consecuencia de otro cambio legal también producido por el gobierno de Bolsonaro. En el primer año de gobierno del capitán retirado del Ejército, en 2019, el Colog (Comando Logístico del Comando del Ejército, subordinado al Ministerio de Defensa), autorizó la venta dentro de Brasil de diversos productos a coleccionistas, tiradores deportivos y cazadores, los llamados CAC, que son una fiel base de apoyo y bastión electoral del bolsonarismo. Se autorizaron algunos tipos y modelos de revólveres, carabinas y rifles semiautomáticos que antes estaban prohibidos.

La denuncia de las industrias fue analizada por el Ministerio de Defensa, la Policía Federal y el ME. Todos dieron luz verde a la eliminación del impuesto. Defensa hizo un análisis particularmente político e ideológico del escenario que defiende las exportaciones: “La necesidad de la acción del Estado se basa, además, en que es un mercado con fuertes tendencias al monopsonio [un solo comprador] y concentrado en unas pocas grandes empresas. El hecho de que la gran mayoría de los países no tengan productores nacionales y satisfagan su demanda interna con importaciones también estimula la competencia entre países, y muchas empresas reciben el apoyo de sus gobiernos. En este sentido, el Libro Blanco de la Defensa [brasileño] incluye entre sus objetivos estratégicos el fortalecimiento de la Base Industrial de la Defensa (BID)”, dijo.

En otras palabras, teniendo en cuenta la manifestación del MD, incentivar los negocios de Condor es parte de un “objetivo estratégico” del gobierno brasileño. Según el Ministerio, el sector de las armas emplea “a unas 40.000 personas y factura 1.000 millones de reales (213 millones de dólares) al año”.

El lobby de las empresas tuvo pleno éxito. El 14 de julio de 2021, diez meses después de las cartas de Condor, Taurus y las entidades, el presidente suplente del comité de gestión ejecutiva de Camex, Marcelo Guaranys, firmó un acta que revocó las resoluciones de 2001 y 2010, eliminando el impuesto a la exportación de armas y municiones.

Cuando UOL les pidió por separado sus comentarios sobre el tema, Simde y Amian enviaron una respuesta idéntica, palabra por palabra.

“La Asociación Nacional de la Industria de Armas y Municiones (Aniam) y el Sindicato Nacional de Industrias de Material de Defensa (Simde) consideran inadecuado el tipo de impuesto a la exportación del 150%, sin ningún efecto práctico en la lucha contra la delincuencia. Además de no resolver el problema en su esencia, el contrabando desenfrenado que azota al país, generó la pérdida de competitividad de la industria brasileña en relación al resto del mundo, perjudicando la generación de empleos, la recaudación de impuestos y el desarrollo nacional. Este impuesto iba en contra de la Estrategia Nacional de Defensa (END), que pretende fomentar e impulsar las Empresas Estratégicas de Defensa para garantizar la seguridad y la soberanía del país. Aniam y Simde destacan que las exportaciones de estos productos, cuando se destinan a los gobiernos de países extranjeros, ya sean los usuarios finales las Fuerzas Armadas o las Fuerzas de Seguridad, dejaron de estar sujetas al arancel del 150% por Impuesto a la Exportación”, escribió cada uno por separado.

Edición: Flávio Costa e Lúcia Valentim Rodrigues

Direccion de Arte: Gisele Pungan e René Cardillo

Design: Yasmin Ayumi

Motion: Leonardo Rodrigues

Armas “não letais” do Brasil deixam feridos pela América Latina
Foto: Adriano Vizoni-Folhapress
Brasil

Armas “não letais” do Brasil deixam feridos pela América Latina

Juliana Dal Piva - José Dacau - Bárbara Libório - Naomi Matsui - Rubens Valente - Colaboración: Igor Mello - Carlos Madeiro

A empresa brasileira Condor é uma das que mais exporta armas “não letais” em toda a América Latina. Munições da fabricante estão presentes em protestos em diferentes países. A Chile, o Ministério Público indicou a presença de uma granada brasileira no processo criminal contra o policial acusado de ferir a senadora Fabiola Campillai, em 2019. Mas antes disso, a história da empresa remonta há mais de duas décadas de venda desse tipo de armamento para locais onde cidadãos faziam protestos por distintas questões sociais. O início foi a Argélia. Em 2020, a Polícia de São Paulo testou algumas granadas e balas de borracha e os policiais apontaram que o material estava fora dos padrões considerados seguros e adequados pela corporação.

Quase dois anos antes de se tornar a senadora mais votada do Chile, a operária e ativista social Fabiola Campillai ficou cega ao ser atingida no rosto por uma granada de gás lacrimogêneo atirada por um policial daquele país. Uma investigação do Ministério Público do Chile encontrou documentos que apontam que o carabineiro, responsável pelo ataque, portava naquele dia granadas do tipo GL-203-L, fabricada pela empresa brasileira Condor Tecnologias Não-Letais. Com essas provas e vídeos do momento da agressão, ele foi denunciado ao Judiciário chileno por causar lesões muito graves e pode pegar de 12 a 15 anos de prisão.

A propaganda da indústria bélica em torno das "armas não letais" afirma que esses artefatos "salvariam vidas" ao serem usados no lugar das armas de fogo. Junto ao governo federal, esse discurso ajuda as empresas do setor a conseguir vantagens econômicas, a exemplo de eliminação de impostos. Esta reportagem, resultado de uma investigação colaborativa e transfronteiriça liderada pelo CLIP (Centro Latino-Americano de Pesquisas Jornalísticas), em parceria com o UOL, Interferência de Chile e outros nove meios de comunicação na América Latina, revela que o marketing de empresas como a Condor é desmentido pela realidade.

Fabiola Campillai Rojas está longe de ser a única chilena ou mesmo latino-americana ferida gravemente por "armas não letais". E há quem tenha morrido: levantamento inédito mostra que pelo menos 33 pessoas morreram ao serem atingidas por esse tipo de armamento em sete países, desde o ano de 2017. O total de feridos graves alcança a 170 pessoas. No Brasil, foram 13 mortos e 10 feridos graves.

Só no Chile, entre outubro de 2019 e março de 2020, o Instituto Nacional de Direitos Humanos (INDH) registrou 325 casos como o de Campillai, pessoas que apresentaram queixas por ferimentos causados ​​por bombas de gás lacrimogêneo durante os protestos chilenos. Uma pessoa morreu, 15 tiveram uma explosão do globo ocular, sendo que seis perderam a visão em um ou dois olhos e outras dez tiveram trauma ocular.

E, mesmo que outras empresas também operem no setor, a maior presença na América Latina é a da brasileira Condor. O Chile, por exemplo, gastou um total de US$ 5,6 milhões em bombas de gás lacrimogêneo entre 2019 e 2021. Destes, US$ 4,1 foram gastos com munição desse tipo adquirida junto à Condor. Produtos da empresa também estiveram presentes em protestos na Bolívia, Guatemala, Venezuela e Equador.

Documentos descobertos pela reportagem mostram ainda que alguns modelos de armas vendidas no Brasil e, que segundo a própria Condor também seriam vendidos ao exterior, foram reprovados em testes para avaliar padrão técnico considerado adequado e seguro pela Polícia Militar de São Paulo. O mesmo modelo de granada apontado no caso da senadora chilena não foi aprovado pela corporação. Um policial chegou a ser ferido no pescoço durante os testes, o que foi considerado grave pela instituição.

O Exército brasileiro, responsável por fiscalizar as exportações de armas, disse, em nota ao UOL, que não tem conhecimento sobre as diferenças de padrão nas vendas de Condor. Apesar do que a PM-SP apontou, a Condor nega que venda armamentos defeituosos, mas admite que customiza suas munições a pedido dos clientes.

Sequelas

Fabiola Campillai, senadora de Chile e ferida nos olhos em 2019 | Foto Gabriel Pecot
Fabiola Campillai, senadora de Chile e ferida nos olhos em 2019 | Foto Gabriel Pecot

Era 26 de outubro de 2019 quando um policial chileno atirou uma granada em direção ao rosto de Fabiola, que estava a cerca de 50 metros de distância. Ela aguardava um ônibus para ir ao trabalho. Teve traumatismo craniano e perda de massa encefálica. Sobreviveu. E depois de dez cirurgias, lida com as sequelas. A mais grave é a cegueira nos dois olhos.

Fabiola já fazia trabalho social no bairro de San Bernardo, na capital Santiago, onde vivia. As consequências da agressão mudaram sua vida para sempre e a levaram a disputar uma cadeira no Parlamento chileno. Ela foi eleita em novembro de 2021 ao receber 402 mil votos, cerca de 100 mil a mais que o segundo mais votado.

"Temos que ter em mente que essas armas não são letais dependendo do uso a que se destina. Na minha pessoa, essa arma poderia ter sido letal, não fosse a reação rápida da minha família e meus vizinhos", disse a senadora.

A brutal violência contra os milhões de manifestantes no Chile, que contestavam diferentes problemas sociais, levou as autoridades a abrir inquéritos para identificar e processar os responsáveis pelos ataques. Em uma das investigações, o Ministério Público chileno identificou-se tanto o policial responsável pelo disparo contra Fabiola, o ex-capitão Patrício Maturana, quanto o armamento chamado eufemisticamente de 'não letal'.

O julgamento de Maturana começou em 10 de maio de 2022. Os advogados que atuam em sua defesa questionam a investigação e apresentaram documentos da polícia chilena nos quais se anotou, no dia seguinte à agressão à ativista, que Maturana teria disparado uma granada da americana Combined Systems no dia 26 de outubro.

No entanto, antes de sair para as ruas no dia em que Campillai ficou ferida, o próprio Maturana assinou um documento informando que deixou a sede policial com 10 bombas GL-203-L da Condor. Com isso e imagens do ataque, ele foi denunciado pelos promotores locais. Ele chegou a ficar detido em um presídio, mas agora cumpre prisão domiciliar.

Armas reprovadas

A partir de um cruzamento de dados entre os tipos de armas dos testes da Polícia Militar paulista e os processos judiciais de vítimas de "armas não letais", foi possível descobrir que uma granada reprovada em SP, a GL-203-L, também é do mesmo modelo que estava com o policial que atacou a senadora chilena Fabiola Campillai em 2019.

Após testes, a Polícia de São Paulo verificou "inconsistências" nas armas da Condor | Foto José Dacau
Após testes, a Polícia de São Paulo verificou "inconsistências" nas armas da Condor | Foto José Dacau

Em 2020, a PM-SP reprovou 150 mil balas de borracha e ainda lotes com cinco tipos diferentes de um total de 70 bombas de gás e de efeito moral. Com acesso ao processo, obtido por meio da Lei de Acesso à Informação, foi possível verificar que, após uma série de testes, o Centro de Material Bélico da PM paulista avaliou que as armas foram produzidas fora das especificidades técnicas consideradas seguras pela PM paulista. Além disso, no teste de campo, uma das granadas, fez um corte considerado grave no pescoço de um dos policiais que participavam da avaliação. Em dezembro de 2020, a PM optou por encerrar o contrato unilateralmente e devolver toda a munição. Nos documentos do processo, foi possível verificar que a própria Condor admitiu que as razões da preocupação da polícia paulista vinham das centenas de pessoas cegas por balas de borracha no Chile. A reportagem verificou ainda que outros 17 estados no Brasil utilizam itens dos mesmos modelos reprovados nos testes paulistas.

O modelo GL/203-L da Condor também apareceu na Colômbia em maio de 2021. Nessa altura, a Polícia Nacional do Equador devolveu um empréstimo de armas "não letais" de fabricação norte-americana enviado pela polícia colombiana, em outubro de 2019, quando o governo do presidente peruano Lenín Moreno enfrentava uma onda de protestos. No entanto, ao devolver o empréstimo, um ano e meio depois, o Equador o fez com munições da marca Condor, incluindo um número indeterminado das granadas de modelo GL/203-L, segundo o El Universo e CLIP.

Negociações de armas na pandemia

No início da pandemia, a PM de São Paulo decidiu reforçar os estoques de "munições não letais". Assim, deu início às negociações com a Condor a partir de 23 de março de 2020. O total negociado foi de R$ 21 milhões (US$ 4,2 milhões).

Na proposta de compra de armas, a Polícia Militar de São Paulo descreveu que o estado concentrava a maior quantidade de infectados por covid-19 e que "já estavam sendo registrados casos de saques e furtos a estabelecimentos comerciais". Pela urgência, a ideia era fazer a negociação por meio de inexigibilidade, quando a competição não é possível mediante uma licitação pública devido à exclusividade do produto ou a falta de concorrentes.

Assim, no fim de abril de 2020, a Condor enviou uma carta com as intenções de venda, mas a PM paulista recusou porque identificou diferenças de padrão, aumento dos preços negociados anteriormente e também um prazo de 60 dias para entregar os produtos e a polícia não queria esperar.

Em 1º de junho, a Condor respondeu novamente que sua proposta tinha munições que eram "produtos de exportação, com diferenças do padrão usualmente aceito no Brasil e pela Polícia Militar de São Paulo". A empresa citou uma reunião em 27 de maio de 2020 com representantes da Condor e da PM na qual a empresa teria dito que entendeu os motivos da recusa, mas ressaltou que, com a negativa da PM paulista, “os referidos produtos foram finalmente liberados para seus processos de fornecimento a clientes internacionais e não mais se encontram disponíveis”.

Documentos da Condor mostram que a empresa informou a polícia paulista sobre diferenças nos produtos fabricados para vendas ao exterior | Foto: Juliana Dal Piva
Documentos da Condor mostram que a empresa informou a polícia paulista sobre diferenças nos produtos fabricados para vendas ao exterior | Foto: Juliana Dal Piva

As negociações continuaram. Após esse informe da Condor, em junho de 2020, a PM aceitou parcialmente uma nova proposta da empresa e elencou produtos que queria adquirir entre 150 mil balas de borracha e diferentes tipos de 70 bombas de gás.

Algumas semanas passaram e a PM testou o material entregue pela Condor. Em 11 de agosto, foi entregue um relatório referente aos testes de recebimento das balas de borracha do modelo AM-403/P. A PM avaliou o material e produziu um relatório no qual apontou diversas irregularidades nessa munição e reprovou o lote, exigindo, por meio de notificação, que a Condor o substituísse em 15 dias.

Segundo relatórios do tenente Murilo Frigeri, as balas de borracha estavam irregulares em relação à velocidade atingida, peso e comprimento e, além disso, tinham corrosões na espoleta. Os policiais relataram ainda que os traumas verificados eram superiores ao que estava descrito na patente da munição que é de produção exclusiva da Condor, "não cumprindo assim os critérios de confiança e confiabilidade estipulados pela própria fabricante". Ou seja, eles produziam ferimentos maiores do que o previsto.

Na sequência, dez dias depois, em 21 de agosto, a PM de SP fez testes nas bombas de gás e elas também foram reprovadas. Foram consideradas inaptas as munições de modelos GL-300/T, GL-300/TH e GL-203/L. Os policiais pediram a substituição dos lotes de granadas GL-300/TH e de granadas GL-203/L em 15 dias e decidiram fazer nova inspeção das granadas GL-300T. No entanto, todas foram novamente reprovadas.

As três apresentavam problemas de peso e tinham "mossas", termo técnico para fazer referência a marcas que mostram que o material estava amassado. Especialistas em armas ouvidos pela reportagem, anonimamente, contaram que a identificação dessas "mossas" é importante porque, eventualmente, elas podem gerar aumento da pressão interna das granadas e até provocar algum rompimento ou vazamento.

Também foram feitos testes de campo com a GL-307 em setembro e outubro. Foi constatado que as granadas desse tipo estavam "com o diâmetro ligeiramente superior às tolerâncias descritas nas especificações técnicas", que o tempo médio de retardo estava superior ao permitido e que algumas amostras lançaram fragmentos a distâncias superiores ao limite de segurança especificado pela empresa, ou seja, 10 metros.

Um novo teste foi feito e os resultados foram novamente encontrados. "Todas as amostras emanaram fragmentos acima dos 10m (dez metros) do local da explosão, sendo que o fragmento da amostra “3” atingiu a face do Cb PM Rômulo durante a realização dos testes, o qual teve que ser socorrido ao Hospital da Polícia Militar", apontou a PM no relatório. Além disso, concluiu: "O acidente com o Cb PM Rômulo veio a comprovar que os fragmentos decorrentes da explosão da granada podem gerar lesões de natureza grave".

O policial Rômulo Azedino ficou ferido durante os testes com a granada de luz e som GL-307 | Foto: José Dacau
O policial Rômulo Azedino ficou ferido durante os testes com a granada de luz e som GL-307 | Foto: José Dacau

No caso dos testes com as granadas GL-201, a PM identificou no relatório que elas também apresentavam um "tempo de retardo", uma referência ao intervalo até que a bomba exploda, superior ao exigido. Os policiais explicaram porque isso é um problema. "Possibilita que oponentes à ação policial arremessem as granadas na direção dos policiais ou para longe, podendo inviabilizar alguma via de fuga". Outro problema verificado foi que a granada não atingiu a distância pretendida, o que prejudica, na avaliação da PM, o "planejamento da operação, pois pode conduzir a turba para direções não pretendidas ou obstruir uma via de fuga, levando a multidão ao pânico e a aglomerações indesejadas, gerando pisoteamento, excesso de violência, lesões graves e morte".

A empresa voltou a dizer que as especificações que a PM-SP cobrava não tinham sido atendidas devido a pressa na aquisição, no início da negociação e que o material estava em acordo com os pedidos de seus clientes internacionais. A PM paulista não aceitou as justificativas dizendo que precisava trabalhar dentro de uma situação de controle de seu material, até por segurança dos policiais.

Por fim, em dezembro de 2020, a PM-SP decidiu encerrar o contrato unilateralmente e devolver todo o material. Nessa época, também foi informado que a polícia pretendia devolver um total de 125 mil balas de borracha adquiridas em anos anteriores junto com os lotes recusados. Desse modo, a devolução somou 275 mil artefatos desse tipo.

Após ser comunicada das decisões, a Condor entrou com recursos para reverter a rescisão. Em 16 de junho de 2021, o CEO da Condor, Carlos Erane Aguiar, enviou uma carta ao Comando da PM de SP para tentar novos testes nas munições. Na ocasião, ele próprio escreveu que a polícia estava mais cautelosa com as munições devido às centenas de pessoas que ficaram cegas por balas de borracha nos protestos no Chile.

Assim, ao longo do ano de 2021, a empresa e a PM paulista negociaram a substituição das armas por novas munições que foram testadas no início de 2022. No entanto, até o momento, apenas as novas balas de borracha AM-403/P, produzidas com aperfeiçoamento, segundo a Condor, foram aprovadas pela polícia. As granadas de gás foram novamente barradas em testes realizados no Rio de Janeiro.

Após a reprovação das balas de borracha em 2020, a Condor informou a polícia paulista de mudanças no armamento. Com novos testes, em 2022, a munição foi aprovada | Foto: José Dacau
Após a reprovação das balas de borracha em 2020, a Condor informou a polícia paulista de mudanças no armamento. Com novos testes, em 2022, a munição foi aprovada | Foto: José Dacau

A reportagem procurou os policiais que participaram da produção dos relatórios, mas eles não quiseram falar do episódio. A reportagem também tentou entrevistar o cabo Rômulo Thiago de Azedino, ferido durante os testes de 2020, e ele não quis se pronunciar.

Ao verificar os problemas da Condor no contrato com a PM, o UOL também descobriu no Tribunal de Justiça de São Paulo que existiam outros casos de problemas com armas da Condor. Um episódio ocorreu em 20 de fevereiro de 2019, com um spray GL-108, também fabricado pela empresa, e que estava na mochila do policial paulista Dauri Faria, em Caçapava, no interior de São Paulo.

Já no Brasil, em 2021, um homem ficou cego no Recife, em Pernambuco, após ser atingido por uma bala de borracha do tipo AM-403-P, mesmo modelo devolvido pela PM de SP para a Condor.

"O que este caso específico expõe, é que há sérios problemas também na testagem da segurança destes materiais", avalia o gerente de projeto do Instituto Sou da Paz, Bruno Langeani. "A PM-SP é uma das polícias mais estruturadas do país, e tem um órgão para fazer especificações, licitar e testar os produtos que compra com bastante rigor, mas estes produtos estão sendo vendidos para todo tipo de órgão, inclusive guardas municipais e guardas penitenciárias com pouquíssima estrutura para escolher os produtos, testar e treinar o seu efeito. Por isso, o caso da PM deveria gerar uma investigação mais profunda, por parte do Exército em vários lotes fornecidos pela Condor", aponta Langeani.

Por nota, o Exército informa que o acompanha o processo de exportação de armas de acordo com a Portaria 1.729, de 29 de outubro de 2019. "Os requisitos técnicos para assegurar a qualidade e confiabilidade são atestados durante o processo de Certificação de Conformidade que é realizado pelos Órgãos Certificadores designados pelo Exército", informa a instituição.

O Exército ressalta que não tem conhecimento sobre a distinção de padrões de armamento da Condor. "Cabe ressaltar que, no caso de existir indícios de não conformidade do produto controlado com as especificações técnicas determinadas pelo Exército Brasileiro, deverá ser instaurado um Processo Administrativo Sancionador (PAS) para apurar os fatos e aplicar as penalidades cabíveis".

A Polícia Militar foi procurada três vezes pelo UOL, mas não se manifestou até o fechamento desta matéria.

O que diz a empresa Condor:

Em nota, a Condor diz que "nunca vendeu produtos defeituosos". A empresa diz ter "mais de 30 trinta anos de bons serviços prestados no Brasil e no mundo. Pesquisamos tecnologias adequadas para que a força possa ser empregada de maneira proporcional e razoável, por aqueles que têm legitimidade para fazê-lo, em consonância com os ditames da Organização das Nações Unidas no que se refere à Doutrina do Uso Proporcional da Força".

Com relação às alegações sobre problemas com produtos entregues à Polícia Militar do Estado de São Paulo em 2020, a empresa informa que "trata-se de matéria já esclarecida, tendo os novos testes realizados pelo Exército se sucedido com êxito". Ainda, por nota, a empresa diz que as "tratativas entre as partes obedecem ao rito legal de um processo administrativo e temos confiança que está próximo um desfecho".

Em relação ao ferimento do policial em São Paulo, a Condor diz que "segue rigorosamente a norma técnica emitida pelo Exército Brasileiro, que determina que eventuais fragmentos de borracha das granadas não letais devem respeitar uma dureza preestabelecida, de forma a evitar danos irreparáveis". "Temos conhecimento que um único fragmento, de borracha macia, se chocou com o corpo do policial que arremessou a granada, sem provocar danos", completa.

A empresa diz que "não foram realizadas mudanças constitutivas nas munições de impacto controlado desde 2020. Ressaltamos que munições de impacto controlado devem ser sempre utilizadas nas distâncias de segurança preconizadas e direcionadas para os membros inferiores".

"Todos os produtos da Condor obedecem rígidos padrões de segurança, podendo haver variações de performance a pedido de clientes, tais como tempo de emissão de fumaça, quantidade de candelas, tempo de retardo, por exemplo, sempre respeitando os limites impostos pelo órgão regulador – o Exército Brasileiro".

A Condor diz que "preconizamos, em todos os momentos, o uso responsável e adequado de nossos produtos, mediante intenso treinamento e reafirmamos que seu uso deve ser feito exclusivamente dentro dos padrões legais e por pessoas habilitadas".

A reportagem fez questionamentos sobre vendas, treinamentos e sequelas das armas da Condor no exterior, mas a empresa disse que não podia comentar. "Esclarecemos ainda que a Condor está obrigada por cláusulas de confidencialidade a resguardar informações sensíveis de segurança pública e defesa de outros países, tais quais quantidades e tipos de produtos fornecidos, clientes e destino".

Por fim, a empresa disse que está presente em mais de 80 países e a maior parte de seu faturamento advém do mercado externo. "Razões que comprovam ser reconhecida mundialmente pela qualidade de seus produtos e pela seriedade com que pauta suas relações comerciais e institucionais", completa.

 Além dos produtos, a Condor também afirma que oferece treinamento para o uso de suas armas | Foto: Reprodução redes sociais Condor
Além dos produtos, a Condor também afirma que oferece treinamento para o uso de suas armas | Foto: Reprodução redes sociais Condor

O crescimento da Condor

Ao longo dos últimos vinte anos, diferentes governos brasileiros apoiaram o crescimento das fábricas de armas e da indústria de Defesa no país. Uma das maiores beneficiárias foi a empresa Condor. Ela expandiu suas atividades para fora do Brasil e abriu escritórios em Abu Dhabi e Cingapura.

Em todo esse tempo, a Condor obteve apoio para vendas internacionais, benefícios fiscais e até no financiamento para desenvolver essas armas menos letais. Assistências que iniciaram desde o governo de Fernando Henrique Cardoso e depois foram ampliadas no governo de Lula e de Dilma Rousseff, além de Michel Temer. Atualmente, o general da reserva Walter Braga Netto, ex-ministro da Defesa e cotado para ser vice de Jair Bolsonaro na campanha pela reeleição, tem ele próprio feito acordos comerciais que beneficiam ainda mais negócios da empresa no exterior, sobretudo, no mundo árabe. Ao longo desses anos, o objetivo desses diferentes governos era que o Brasil se tornasse um dos líderes desse mercado. E, ao menos, nas ditas armas menos letais, esse objetivo foi alcançado.

Em 2020, a Omega Research Foundation, um instituto de pesquisas do Reino Unido, em parceria com o Instituto Sou da Paz, a Justiça Global e outras organizações não governamentais, publicou um relatório que identificou 16 empresas no Brasil voltadas para a fabricação de vários tipos de armas, munições e artefatos, de balas de borracha a bombas de gás, e equipamentos de segurança. De longe, a Condor é a maior do setor. Não é apenas a maior empresa do Brasil no mercado interno do ramo, mas, como a própria empresa costuma dizer, é uma "líder global" presente em 80 países.

E esse negócio é bastante lucrativo e pouco transparente. Desde 2011, o governo do Brasil considera que a divulgação detalhada das vendas de uma empresa privada brasileira para empresas ou governos estrangeiros está coberta por sigilo industrial. Mas existem alguns caminhos para tentar saber quanto vale esse negócio. O relatório da Omega, por exemplo, aponta que a Condor é a única empresa exportadora do setor que se tem conhecimento na cidade de Nova Iguaçu, município localizado na região metropolitana do Rio de Janeiro. A partir disso, o documento menciona que a cidade exportou produtos de "segurança" no total de US$ 183 milhões de 2012 a 2020.

O UOL apurou, ao analisar os dados abertos ao público pelo Ministério do Desenvolvimento, Indústria e Comércio Exterior, que Nova Iguaçu exportou em "equipamentos de segurança e aplicação da lei", ou seja, balas de borracha, bombas de gás e outros, um total de US$ 8,8 milhões para 12 países da América Latina desde 2018. Nesse período, quem mais comprou essas armas foi o Equador. Um total de US$ 4,1 milhões. Em seguida, os dados apontam que o segundo maior comprador foi a Colômbia: US$ 1,8 milhão. Depois, o Chile, com US$ 1,5 milhão. Os dados também apontam que as maiores vendas ocorreram de 2020 a 2021, mesmo período em que esses países estavam sob intensos protestos sociais.

O UOL também fez um levantamento nos portais de transparência estaduais e do governo federal para identificar a presença desses contratos e empresas com as polícias militares e Forças Armadas, para aquisição de material para controle e repressão da população. De 2018 a 2022, um total de 23 estados, o Distrito Federal e o governo federal gastaram R$ 153 milhões (US$ 30 milhões) em 952 contratos com a Condor. A outra empresa que apareceu no levantamento, a Poly Defensor, obteve 14 contratos, no total de R$ 1,8 milhão (US$ 360 mil).

Minas Gerais é o estado que mais gastou com contratos com ambas as empresas: entre 2018 e março de 2022 foram R$ 39,7 milhões, duas vezes mais que o governo federal, que ocupa a segunda posição com R$ 18,4 milhões. No caso de MG, as maiores aquisições se deram em 2021: foram R$ 24,7 milhões em contratos. No mesmo ano, imagens mostraram, na cidade mineira de Passos, o disparo à queima roupa por um policial militar de uma bala de borracha que atingiu a barriga de uma mulher, que precisou passar por cirurgia. Já em 2020, bombas de gás foram usadas na desocupação do Quilombo Campo Grande, em Campo do Meio, MG. em Em seguida, entre os estados que realizaram contratos com a Condor e a Poly Defensor, aparecem ainda Rio Grande do Sul (R$ 15,5 milhões), Santa Catarina (R$ 11,7 milhões) e São Paulo (R$ 11,2 milhões).

Não foi possível obter o detalhamento de outros quatro estados no Brasil. Esses números, porém, são apenas parte de uma realidade bastante superior já que as guardas municipais dos municípios também adquirem esses produtos e o Brasil possui mais de cinco mil cidades.

É justamente a emergência social de protestos que alavancou as vendas da Condor desde o início e o que garantiu seu crescimento. Tanto no Brasil como no exterior.

Condor cresce a partir de "Primavera Negra" na Argélia

A Condor tem uma história de 36 anos. Foi fundada em 1985, em Nova Iguaçu, a partir da transformação de outra empresa, chamada Química Tupan S.A, que produzia, originalmente, diferentes materiais bélicos, inclusive minas terrestres para exportação para o Iraque e para a América Latina. A pressão pelo fim das minas e outros fatores fizeram com que a Tupan fosse à falência e, no lugar, fosse erguida a Condor.

A fábrica funciona até hoje em uma fazenda de um milhão de metros quadrados perto da Reserva Biológica do Tinguá. Atualmente, são fabricados 120 produtos diferentes no local. No livro "O Valor da Vida, uma experiência das tecnologias não letais no Brasil", de 2019, escrito pelo fundador da empresa, Carlos Erane Aguiar, e lançado pela própria empresa, Aguiar revisita a trajetória dele e da empresa.

Moradores de Paraisópolis, em São Paulo, mostram latas de uma granada da Condor usada durante a ação policial que deixou vários mortos e feridos em um baile funk da comunidade | Foto: Adriano Vizoni-Folhapress
Moradores de Paraisópolis, em São Paulo, mostram latas de uma granada da Condor usada durante a ação policial que deixou vários mortos e feridos em um baile funk da comunidade | Foto: Adriano Vizoni-Folhapress

Na obra, Aguiar conta que, após a fundação da empresa, no início dos anos 1990, ele enviou um de seus filhos e outros funcionários para Alemanha, Itália e Inglaterra a fim de conhecer o setor e moldar o que seria o futuro da Condor. Na volta da viagem, por meio de uma empresa chamada Welser, que pertence aos mesmos donos e é usada como braço comercial da Condor no exterior, o grupo passou a ser a representante da alemã Rheinmetall. Foram feitas parcerias com a inglesa Pains Wessex Chemring e a italiana SGE. Segundo ele, no início o trabalho era produção de trajes, roupas, escudos de segurança e coletes à prova de bala.

A primeira venda internacional da Condor foi em 2001. Aguiar descreve em seu livro que, desde 1999, o governo da Argélia negociava a aquisição de produtos da Condor, mas detalhes burocráticos impediram a conclusão. Tudo mudou repentinamente em 2001. "Simplesmente um avião argelino, sem aviso prévio e sem ter contrato nenhum com a Condor, havia adentrado o espaço aéreo brasileiro avisando que a aeronave, com capacidade para 40 toneladas, viajava com uma tripulação de 16 pessoas e iria pousar no Rio de Janeiro para buscar um material na fábrica da Condor", relata Aguiar, ao contar que recebeu a informação de um funcionário do Ministério das Relações Exteriores.

Aguiar relata que, como a Argélia não tinha avisado anteriormente do interesse nos produtos, foi necessário entregar tudo o que havia nos estoques, inclusive, material feito para outros clientes. Segundo Aguiar, o militar argelino encarregado de levar o material estava desesperado a ponto de dizer aos brasileiros que seria "morto" caso voltasse sem nada. Na época, a Argélia estava sob o mando do ditador Abdelaziz Bouteflika, que ficou no poder até 2019. Além dos produtos, foi enviado um funcionário para dar treinamento às tropas no local.

O UOL obteve acesso a dados da venda, naquela época, e descobriu que o governo argelino gastou US$ 12 milhões para munições "não letais", em 2001. No ano seguinte, 2002, mais US$ 1,12 milhão. Na época, ocorria na Argélia a "Primavera Negra" de Cabília, protestos contra o governo de Argel que deixaram vários feridos e até mortos.

Apoio dos governos brasileiros

A partir dessa venda, a Condor ia abrir espaço no mercado internacional. Segundo Aguiar, em seguida, os negócios da empresa se ampliaram para contratos com a Arábia Saudita, Bahrein e Turquia. O próximo passo internacional seria aproveitar a presença das tropas brasileiras no Haiti durante a missão da ONU naquele país, a Minustah, a partir de 2004. A Condor foi uma grande fornecedora para os militares brasileiros no período em que estiveram no Haiti. Tão forte era a presença que chegaram a criar uma bala de borracha específica para a missão que seria de uso de curta distância, a soft punch AM-470.

Em 2008, a Condor já tinha alçado a produção de 1 milhão de artefatos. Só que estava reservado para a década seguinte o grande impulso da empresa. Em 2011, foi convidada pela Organização do Tratado do Atlântico Norte (OTAN) para participar de um evento, única empresa latino-americana a receber tal convite. E, em 21 de março de 2012, o então ministro da Defesa, Celso Amorim, declarou a Condor uma empresa estratégica de defesa pelo governo brasileiro. Era o governo de Dilma Rousseff.

Pouco depois, em fevereiro de 2013, ele chegou a dizer em uma entrevista ao jornal O Globo que a criação de empresas estratégicas de defesa, com incentivos fiscais, era parte de um plano do governo brasileiro.

O crescimento da Condor, porém, também está relacionado diretamente a um trabalho feito por seu fundador. Desde 2013, Aguiar preside o Sindicato Nacional das Indústrias de Materiais de Defesa (Simde), entidade que representa empresas produtoras de armas como a Condor e a Taurus, entre outras. No governo de Michel Temer, em 2017, ele foi integrante do Conselho de Desenvolvimento Econômico e Social da Presidência da República, responsável por assessorar o presidente em todas as áreas de atuação do Poder Executivo Federal. O atual presidente do Brasil, Jair Bolsonaro, extinguiu os conselhos de participação de civis.

Já no cenário internacional, a ascensão da Condor está aliada ao crescimento da indústria de defesa do Brasil nos últimos anos por meio de promoções da Agência Brasileira de Promoção de Exportações e Investimentos (Apex). Como aponta o relatório da Omega, desde 2006, a Apex, em parceria com a Abimde, a Associação Brasileira das Indústrias de Materiais de Defesa e Segurança, tem apoiado a participação de empresas brasileiras em feiras e eventos de armas pelo mundo. A agência investiu entre 2007 e 2013 cerca de R$ 13 milhões (US$ 2,6 milhões) para incentivar a presença de empresas, entre fabricantes de equipamentos de segurança, em mais de 30 eventos internacionais.

Mesmo assim, a agência não foi capaz de evitar alguns constrangimentos. Em 2019, por exemplo, a Condor foi expulsa da “Defense and Security Equipamento International (DSEI)”, no Reino Unido. O problema é que os ingleses proibiram, como parte de seus mecanismos de regulação contra a tortura junto a outros países da União Europeia, o uso de armas de eletrochoque.

A expulsão da Condor ocorreu porque a empresa fazia promoção da "Spark", arma do tipo teaser que emite eletrochoque por projétil ao ser acionada contra uma pessoa. Em oposto à posição do Reino Unido, no Brasil, a empresa recebeu financiamento público para desenvolver e aprimorar a arma. Em 2012, a arma teve apoio da Fundação Carlos Chagas Filho de Amparo à Pesquisa do Estado do Rio de Janeiro (Faperj) no valor de R$ 341 mil (US$ 68 mil) para o desenvolvimento da Spark. Além disso, a arma contou com mais de R$ 4 milhões (cerca de US$ 800 mil) da Finep, a Financiadora de Estudos e Projetos, empresa pública brasileira.

Sem constrangimento, a própria Faperj informava que a arma é capaz de causar atuação no sistema nervoso de uma pessoa causando-lhe até desorientação mental. "A Spark traz novidades em seu design, desempenho e tecnologia. O equipamento emite ondas com atuação direta sobre o sistema nervoso central, causando contrações musculares e desorientação mental. Possui dispositivo de dupla ação, que evita acionamento acidental, e dispara dois dardos capazes de neutralizar sem causar lesão grave. A arma também tem memória digital interna, com hora e data dos disparos efetuados". O material foi distribuído para ser utilizado pelas Unidades de Polícia Pacificadora (UPPs) no Rio de Janeiro.

A partir da posse de Jair Bolsonaro na Presidência, em 2019, a indústria de armas ampliou projeção e influência políticas, a ponto de conseguir alterar normas e regramentos no setor. Um exemplo de lobby político, do qual participou a Condor, foi a extinção de duas resoluções da Camex (Câmara de Comércio Exterior), órgão vinculado ao ME (Ministério da Economia) cujas tarefas são formular, adotar e coordenar as políticas e atividades relativas ao comércio exterior brasileiro.

Em 23 de outubro de 2020, a Condor enviou um ofício à Camex para pedir a “expressa exclusão” de um imposto de exportação que, segundo ela, incidia sobre diversos produtos de sua fabricação que “apresentam baixíssimo ou nenhum risco à vida humana”.

Desconsiderando inúmeros episódios de mortes e ferimentos graves registrados em todo o mundo ao longo de décadas, a Condor escreveu que os armamentos supostamente não letais “não apresentam risco à vida”. Não levou em conta nem os casos mais recentes que contaremos durante esta reportagem, como o de Daniel Campelo, ferido no Recife, em 2021. A empresa simplesmente disse que seus produtos são “destinados à proteção da vida humana, não são fabricados com o intuito de agredir”.

O Imposto de Exportação previsto na Constituição e no CTN (Código Tributário Nacional) era aplicado na exportação de determinadas armas e munições para certos países da América do Sul e da América Central.

O assunto primeiro foi regulado por uma resolução da Camex de 2001, de número 17. De acordo com a carta de uma importante fabricante de armas de fogo no Brasil, a Taurus, também enviada ao ME, a alíquota era de 150% sobre a exportação de uma série de armas e munições. A situação foi alterada em 2010, com uma nova resolução da Camex, a de número 88, que abriu espaço para a exportação sem a alíquota desde que a arma fosse direcionada “ao cidadão civil”. É o oposto do que fez a União Europeia, que foi restringir a exportação de armas não letais para países com violações de direitos humanos.

Conforme a própria Condor reconheceu em sua carta ao ME, o tributo foi instituído em 2001 com a intenção de impedir que armas exportadas pelo Brasil fossem reintroduzidas no território brasileiro por meio de contrabando.

O esforço da Condor para extinguir a alíquota seguiu duas das maiores entidades de representação e pressão políticas das indústrias de armas, o Simde (Sindicato Nacional das Indústrias de Materiais de Defesa), sediado em São Paulo, e a Aniam (Associação Nacional da Indústria de Armas e Munições), com sede em Brasília. O Simde é presidido por Carlos Erane Aguiar, CEO da Condor, como vimos.

O esforço da indústria armamentista para revogar a resolução de 2001 foi uma consequência de outra mudança legal produzida também pelo governo Bolsonaro. No primeiro ano do governo do capitão reformado do Exército, em 2019, o Colog (Comando Logístico) do Comando do Exército, subordinado ao Ministério da Defesa, autorizou a venda, dentro do Brasil, de diversos produtos para colecionadores, atiradores desportivos e caçadores, os chamados CACs, que são uma fiel base de apoio e reduto eleitoral bolsonarista. Foram autorizados certos tipos e modelos de revólveres, carabinas e rifles semiautomáticos até então proibidos.

A reclamação das indústrias foi analisada pelo MD (Ministério da Defesa), pela Polícia Federal e pelo ME. Todos deram o sinal verde para a eliminação do imposto. A Defesa chegou a fazer uma análise especialmente política e ideológica do cenário defendendo a exportação: “A necessidade de atuação do Estado se fundamenta, também, por ser um mercado com fortes tendências monopsônicas [apenas um comprador] e concentrado em poucas e grandes empresas.”

Em outras palavras, considerando a manifestação do MD, incentivar os negócios da Condor é parte de um “objetivo estratégico” do governo brasileiro. Segundo o ministério, o setor armamentista emprega “cerca de 40 mil pessoas e fatura R$1 bilhão (US$ 213 milhões) por ano”.

O lobby das empresas teve pleno êxito. Em 14 de julho de 2021, dez meses depois das cartas da Condor, da Taurus e das entidades, o presidente substituto do comitê executivo de gestão da Camex, Marcelo Guaranys, assinou um ato que revogou as resoluções de 2001 e 2010, eliminando o imposto de exportação de armas e munições.

Procurados separadamente pelo UOL para comentar o assunto, o Simde e a Amian enviaram uma resposta idêntica, palavra por palavra.

“A Associação Nacional da Indústria de Armas e Munições (Aniam) e o Sindicato Nacional das Indústrias de Materiais de Defesa (Simde) consideram a alíquota de 150% de Imposto de Exportação inapropriada, sem qualquer efeito prático no combate da criminalidade. Além de não resolver o problema na sua essência, do desenfreado contrabando que assola o país, gerava perda de competitividade da indústria brasileira em relação ao resto do mundo, prejudicando a geração de empregos, a arrecadação de impostos e o desenvolvimento nacional. Esse imposto ia na contramão, inclusive, da Estratégia Nacional de Defesa (END), que visa o fomento e incentivo das Empresas Estratégicas de Defesa de modo a garantir a segurança e soberania do país. A Aniam e o Simde ressaltam que as exportações desses produtos, quando destinados aos governos dos países estrangeiros, sejam os usuários finais as Forças Armadas ou Forças de Segurança, já não se aplicava a alíquota de 150% de Imposto de Exportação.”

Edição: Flávio Costa e Lúcia Valentim Rodrigues

Direção de arte: Gisele Pungan e René Cardillo

Design: Yasmin Ayumi

Moção: Leonardo Rodrigues